¨Alguna vez, en un pueblo muy antiguo, existía una costumbre que se celebraba cada vez que una mujer estaba embarazada. Un fin de semana unos meses antes de que la mujer diera a luz, todas las mujeres del pueblo caminaban hacia las profundidades del bosque. Pasaban días ahí caminando y caminando hasta encontrar la canción del niño que nacería pronto.
Luego, las mujeres regresaban al pueblo y le enseñaban esa misma canción a todos los pobladores, niños, adultos, ancianos, hombres y mujeres.
Cuando llegó el día que nació el bebé, todo el pueblo estaba de fiesta.
Fueron sus padres los primeros que le CANTARON SU CANCION.
Luego, todos los pobladores se reunieron afuera de su casa, y LE CANTARON SU CANCIÓN.
Desde su cuna, el niño siempre se arrullaba y dormía escuchando cómo todos le cantaban SU CANCIÓN.
El primer día que el bebito comenzó a gatear, todos, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Cuando dijo su primera palabra, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Y en su primer día para ir al nido, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Cuando comenzó a ir al colegio, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Cuando entró a la universidad, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Cuando se enamoró, LE CANTARON SU CANCIÓN.
El día de su matrimonio, LE CANTARON SU CANCIÓN.
Cuando fue padre, LE CANTARON SU CANCIÓN...
Y así, en cada acontecimiento importante, siempre, todo el pueblo se reunía y le cantaba su canción.
Y en ciertas ocasiones, cuando cometía un error, o hacía daño a alguien del pueblo, cuando estaba triste, molesto, o sentía rabia, todos los pobladores, se juntaban en el centro del bosque, y desde allí, LE CANTABAN SU CANCIÓN.
Se la cantaban porque en vez de regañarlo o exigirle que corrigiera su error, preferían recordarle su esencia, su razón de ser en este mundo, sus orígenes y darle la llave para abrir su propio corazón.¨
Se la cantaban porque en vez de regañarlo o exigirle que corrigiera su error, preferían recordarle su esencia, su razón de ser en este mundo, sus orígenes y darle la llave para abrir su propio corazón.¨
Sabes tú, cuál es tu canción?¨