Sunday, July 25, 2010

complicidad de pop corn mental

y se dan esos momentos, en los que dos personas empiezan a soñar juntos. no hablo de enamoramiento, o por lo menos, no en el sentido romántico de pareja, sino en el ámbito de intereses. en los últimos tres días, he tenido esas conversaciones de lujo en las que no sabes cuándo empezaron ni adónde van: la única regla, es pensar en voz alta, sin ponerle límites a las palabras, o techos a los sueños, en donde vale interrumpir, soltar incoherencias y luego quedarte con la mirada congelada en un punto. el tiempo libre puede ser realmente productivo porque deja espacios para pensar y escuchar cómo otros piensan. he vivido momentos como estos minutos antes de empezar una clase de yoga, medias horas después de otra clase, en un café de sábado por la noche y otro igual pero de domingo, durante la visita sorpresa de una amiga por mi depita...


para los que sueñan despiertos, sé que esta descripción hace sentido. hace un tiempo le encontré nombre propio al acto de imaginar por el placer de imaginar: pop corn mental. y cuando te encuentras con alguien que también suele hacerlo, se combinan ideas, se comparten bromas y se construye una complicidad que por minutos se convierte en una amistad real. por unos segundos, ya no importa tu nombre, tu edad, y la hora en que tienes que regresar a tu casa. lo único que importa es de lo que están hablando y de que ese momentum no termina. se despiden, y cada uno sigue pensando, por su cuenta, en lo que dijo el otro... puede ser una serie de chistes, una conversación existencial, inclusive una pelea... pero queda una satisfacción de haber aprovechado el tiempo que justifica cualquier pérdida de tiempo. lo curioso es que estos encuentros pocas veces suceden con los amigos de siempre... ocurren con personas que por casualidad te encontraste por la calle, alguien con quien decidiste tomar un café o caminar por algún lado... y zaz, se da ese chispazo de inspiración y el encuentro vale por los otros cinco meses en los que probablemente no se darán más intercambios que un hola, cómo estás.

insisto: este párrafo puede sonar incoherente para muchos, pero para los que vivien soñando despiertos de manera solitaria y se topan de repente con otro como ellos en la misma frecuencia y con la misma disposición de compartir incoherencias y perder el tiempo, sé que esto tiene mucho sentido.

Friday, July 23, 2010

im back

hace tiempo que no escribía. lo gracioso es que en este blog escribo para mí, no creo que hayan más de uno o dos lectores, y sin embargo, sentarme frente a la pantalla a dar tiros al blanco sobre el teclado, de alguna manera, me hace reconciliarme con lo que siento y darle cierta soberanía a mis pensamientos. siempre pensé que los blogs eran para personas que querían ser vistas, que querían llamar la atención. ahora siento que es un mecanismo de dejar ir tu mundo interno. al saber que alguien más podría acceder a tu mundo y tus rollos, te sientes liberado, porque lo que es tuyo, ya no es sólo tuyo, no es tan secreto, no está tan escondido, no es tan serio.
escribo sin saber de qué quiero escribir. hoy no tengo agenda mental, sino tan sólo, la sensación de querer ponerme a conversar conmigo misma. estuve fuera de angieland virtual por unos meses (nunca de mi mundo mental - ya quisiera descansar de él por un rato¡). lo curioso de las vacaciones para los que pensamos mucho y queremos hacer de todo un poco, es que resultan ocupados, pero de un modo satisfactorio. limpiar mis zapatos, tomar el café con esa amiga que no veía hace años, cocinar lento o hacer la clásica llamada que dice qué es de tu vida son para mí verdaderas satisfacciones.

y en estos días de vacaciones, por algún motivo, hace unos días empecé a mirar a otros, las penas de otros. es como si alguien me hubiera puesto frente a una serie de personajes que por algún motivo no están contentos con su vida. al final, todo eso se resuelve por dentro, por tomar la decisión de ser feliz. suena floro, pero es así se simple. es una cuestión de decisión, no se suerte. se aplica la teoría del espejo. he visto mis quejas y los lentes medio grises que llevaba por el frente en otros, y hoy, creo que quiero quitármelos. sin darte cuenta, la rutina te los pone aprovechando la ausencia del tiempo para leer un buen libro, para salir a caminar, o simplemente no hacer mucho. haciendo poco uno puede dar grandes pasos internos. ya he repetido esta frase varias veces en los ultimos días, pero es realmente imposible ver tu reflejo en el agua que se está moviendo. últimamente, me encuentro con mucha gente que quiereo resolver cosas sin resolverse a ellos mismos. yo ando entre ellos, pero con una buena dosis semanal de yoga mirándome a los ojos en el espejo, pude ver los lentes y creo haberlos tirado finalmente por la ventana.

espero que ningún pajarraco los haya recogido mientras volaban por el aire y que me los traiga de vuelta.