Monday, November 29, 2010

¿alguien por ahí?

Nuestros pensamientos son como señales de radio que mandamos al aire. Si cada persona emite una y otra señal, uno y otro pensamiento, definitivamente deben haber momentos en que las señales se cruzan. Al final, todos compartimos el mismo aire y las ventanas de las casas y los carros no son lo suficientemente permeables para contener todo lo que nos pasa por la cabeza. En únicas ocasiones, cuando las señales se cruzan, te llama la persona en la que estabas pensando o la encuentras por la calle. Cuántas veces he querido salir a buscar a algún amigo que no ve hace tiempo para preguntarle cómo está. Es como si de repente, supiera que era persona me necesita, o como si recordara, cuánto lo necesito a el o ella. Lo he imaginado con el pensamiento, pero pocas veces he logrado que mis pies se muevan. Me pregunto si existen amigos con buenas intenciones y pies flojos.

Lo fascinante del asunto es que generalmente esas conexiones se dan sin que uno lo sepa. Las señales se están cruzando en el medio del aire y las personas no se dan cuenta, no lo contemplan como posiblidad. Por eso muchas veces nos sentimos solos, porque nos creemos solos.

Yo puedo estar aquí, pensando en alguien, o en algo, y en algún otro lado de mi muro o del planeta podría haber alguien pensando en mí, o en ese mismo algo. Tal vez si creyéramos más en eso la hora de dormir no sería tan silenciosa. Tal vez, entre ovejas y abejas encontrarías miel y lana que te abrigue el sueño al imaginar las cantidades de personas que están también sobre su cama, mirando el techo y pensando.

No sé si es el final de año pero esos momentos antes de dormir se hacen un poco más largos. Quiero creer que no soy la única que por ratos tiene ganas de salir corriendo a algun otro lugar, que siente las ganas de abrir los brazos hasta el infinito y abrazarlo todo, de respirarlo todo y sentir que un sol grande brilla por dentro. Por alguna razón, hay etapas en el año que resuenan en cada uno, que tienen un eco que sólo recuerdan las células del cuerpo. Ese es el eco que me genera a mí el final de año. Es como si el sol se convirtiera en vela y como si un airesito quisiera soplar y apagarla. Pero pongo las manos como muro que protege la vela. El eco es sólo eso, eco. Las manos, los pies y la mirada es lo que te mantiene en movimiento.

Me pregunto cuántos más estarán esperando el oxígeno que trae el primer día de un año.

Tuesday, November 23, 2010

mi yo chiquito

¨Un ser humano está lleno de contradicciones. Es la libertad absoluta. Es tan libre que puede ser esto y puede ser también lo contrario. Puede elegir... Si quiere estar adentro, puede estar adentro, si quiere estar fuera, puede estar fuera. Es libre. Puede ser extrovertido, puede hacer lo que quiera... El ser humano tiene estados de ánimo porque tiene alma.¨- Osho (Compasión)

Me ha estado dando vueltas por la cabeza la idea del ¨niño interno que todos llevamos dentro.¨ Yo sé...¿llegará el día en que algo no me de vueltas por la cabeza? Probablemente no, porque el aire activa las neuronas, las inteligentes y las tontas también.

En fin, hablaba del niño. Siempre he escuchado hablar del término como una idea abstracta. Ultimamente, he tratado de visualizarlo, adentro mío, sentado en el asiento del copiloto, y siempre está jugando sentado en el piso. Le puse a ese niño -o mejor dicho, niña- mi propia cara, o aquella que he construido de mí a través de fotos. No recuerdo tener más que uno o dos videos de cuando era niña. En uno de ellos tenía una cola en el centro de la cabeza y bailaba la chica yeyé completamente deshuesada y feliz. Busqué la frase de Osho hoy en la mañana, porque ese recuerdo me sabe todavía a libertad total y porque no puedo imaginar un niño no tratando de hacer lo que realmente quiere y expresando lo que siente.

Creo que todo nació del reto de aprender a estar sola. Cuando digo sola, no sólo me refiero a la compañía física de un amigo o con quien compartir un cine un domingo en la noche. Tengo que confesar he pasado una gran parte de mi vida -y quien sabe de cuántas otras más- acompañada por vacíos, ausencias, imaginarios de personas que no están y que tal vez no estarán nunca. Siempre me acompaño de recuerdos, planes, suspiros y ecos. No tiene nada de malo pensar en otra persona. Es más, es lindo, sobre todo si le mandas una burbuja de buena vibra. Pero me he dado cuenta que es saludable reconocer que siempre está la niña ahí, adentro mío, tratando de jugar y de parar conmigo. Ultimamente le he empezado a hacer más caso y cuando lo hago, no necesito a nadie más y la soledad ya no es soledad sino complicidad con uno mismo.

Esto se lo dedico a mi chica yeyé y la paciencia que ha tenido conmigo.

Monday, November 22, 2010

lunes para dar

Parece que la almohada me escuchó ayer...
es lunes, ha salido el sol y ando en patines. La vida es linda,
¿por qué nos es tan fácil olvidarlo? Ojalá tuvieramos la misma mala memoria para olvidar lo que no nos deja avanzar. Pero hoy, no es día de reflexión -por lo menos no reflexión melancólica- no con este sol que huele a olas de mar. En las siete leyes de Deepak Chopra, los lunes son días de dar. Aprender a recibir se trata de concederle a la otra persona la posiblidad de compartir. Recibir es dar. A veces nos cuesta dejarnos engreir. Es como si sintiéramos que la vida se maneja como los bancos, con préstamos que es necesario pagar a corto o largo plazo. Yo prefiero pensar que en universo tiene un pozo común al que uno aporta. No siempre al que le das, es el que te da. Pero de alguna manera, esa energía regresa. Hay personas que nos dan mucho más de lo que podremos darles en esta vida, pero luego aparece esa misma energía bajo otra cara a la que sí podemos entregarle un pedacito de nosotros mismos. Dar con libertad, sobre todo los lunes, es uno de mis sentimientos favoritos. Te hace sentirte ligero.

Sunday, November 21, 2010

peso pluma

A veces me provoca regresar, por sólo una noche, al ritual diario en el que me dormía mientras mi mamá me rascaba la espalda. A veces, me gustaría haber olvidado que uno no puede meter la mano en el enchufe, y que los árboles no hablan, y que las ciudades se construyen de legos y que mis papás no son super man y la mujer maravilla. Por algún motivo, hoy es una de esas noches en las quiero sentirme chiquita y ocupar el menor espacio posible sobre la tierra para no marcar el piso con mis pasos, para no robarme el aire del que está a mi costado, para no tapar con mi sombra las plantas. Me gustaría irme a dormir ligera, para que mañana, al despertar, yo deje de ser mi propia mochila y me convierta en mis patines.

Saturday, November 20, 2010

luna llena y punto

Hay luna llena. El sábado se terminó hace diecisiete minutos, y hoy domingo, no quería dejar de registrar ese farol que ilumina las almohadas de todas las camas de la ciudad. Sobre la mía ya duerme el día, los pendientes de mañana, unas cuantas preguntas personales y muchos sueños e historias imaginadas que se harán más reales detrás de mis pestañas. A lo lejos escucho música, bocinas, jarras de cerveza que tocan los bordes de los vasos, zapatillas y tacos sobre las veredas y algún te quiero que alguien debe estar susurrando al oído. De cerca, escucho mi teclado y el sonido imperceptible de la luz prendida que habla cuando todos los demás ruidos de la casa se callan. Desde fuera y arriba, me veo sentada sobre un sillón mirando una pantalla y moviendo los dedos. Desde adentro, me veo y prefiero no ponerme adjetivos. Soy yo. Y punto. Es sábado en la noche. Y soy yo. Y punto. Hay luna llena. Y es un punto. Y estoy llena. Y soy luna. Y punto. Y luna. Y llena. Y el sábado ya terminó hace veintisiete minutos. Mi almohada ya acomodó el espacio donde debo poner la oreja para escucharla susurrar. Tal vez es hora de ponerle un punto y una oreja a la luna.

Monday, November 15, 2010

Monólogo

¿A qué le tengo tanto miedo?
- No sé. Al fracaso, supongo.

¿Qué hago sin miedo?
- Mucho.

¿Quién soy sin miedo?
- Mucho más de lo que soy con miedo.


¿Qué pongo en el papel sin miedo?
- Sin sentidos de letras y líneas.

¿Qué me atrevería a hacer sin miedo?
- Arquitectura.

¿Qué pasa cuando dos personas se miran?
- Generalmente, uno baja la mirada y se va corriendo.

¿Qué pasa cuando miras el miedo?
- A veces corro, a veces se corre.

¿Y hoy?
- Estamos jugando a las escondidas.

Sunday, November 14, 2010

ego II

ego:

Me preguntaron qué era el ego el otro día y no supe responder. Sólo sabía que molestaba, que tenía algo que ver con las expectativas de los demás sobre nosotros mismos, y que nos impedía ser quienes realmente somos. Ego = estorbo para ser feliz.

Le pregunté a alguien que sabe responder con palabras simples, sin muchos sin embargos, puesto ques, atentamentes y floro.

Me explicó que todos tenemos un niño interno. Sí, algo que ya hemos escuchado sin prestarle mucha atención. No es el niño que a veces debemos dejar salir para correr riesgos, jugar... no es sólo eso. Es el niño que no tiene miedo de ser, expresar, llorar, comunicar. Es nuestro ser incoherente, el que no se rige por los patrones sino por las ganas de explorar y dejarse llevar por el clima. Si quiere llorar, llora. Si quiere esconderse, se enconde. Si quiere abrazar, abraza. Si no quiere saludar, no saluda. Si quiere gritar, grita. Y si no quiere comer, se queda sobre la mesa hasta que el avioncito se queda sin gasolina.

Ese niño es la realidad sobre la que ponemos, como me dijo esta amiga, un ¨patchwork¨ de telas hechas con experiencias. Si no somos concientes, esas telas se hacen coraza, después cáscara, y si no nos cuidamos, roca. Esa muralla que vamos construyendo alrededor del niño, va tapando ventanas, escapes, lo encierra, lo asfixia. Ese es el ego. Si nos dejamos envolver, empezamos a vivir en una realidad construida que es sólo nuestra y de nuestra imaginación. Nos aislamos del mundo real.

¿De qué se forma la capa?
De eco. Del eco que tiene todo lo que vamos haciendo a lo largo de nuestra vida. Es el eco que se forma de las opiniones de los demás cuando hacemos, o dejamos hacer algo. La aprobación o desaprobación de los demas nos hace poner la etiqueta de¨esto está bien¨ o ¨esto está mal¨. Tal vez la primera etiqueta que ponemos, antes de bien y mal, es que si hacemos las cosas de acuerdo a lo que otros esperan, recibiremos amor, cariño, reconocimiento y estrellitas en la frente. Así, con el eco de cada acción, dejamos de hacer lo que queremos. Nuestra necesidad de ser se cubre por nuestra necesidad de aparecer ante los ojos de los demás. Mientras más nos aprueban, más válidas hacemos nuestras acciones. Así, nos hacemos esclavos de la aprobación de los demás. De repente, somos nosotros mismos los que ponemos expectativas sobre nosotros mismos, y cuando no logramos lo que queremos, el castigado es el niño que llevamos dentro.

Autosabotaje. Construimos una muralla, encerramos un niño, le cortamos las alas y le recriminamos no hacer las cosas que nunca aprendió a hacer. Felizmente el niño se queda adentro inocente, puro, indefenso. Esa esencia no cambia, sólo la cubrimos. Por eso, siempre en el fondo, nunca hay una total satisfacción. Porque alguien queda insatisfecho. Nuestro yo.

¿Bonita explicación, no?

En realidad, la verdad es bien simple, y en la mayoría de los casos, se puede dibujar... hasta por un principito.

receta de paz hecha en casa

Una pista que no necesite frenos,
recorrerla más de dos veces,
un copiloto que sepa no conversar,
un roomate cómplice mitad fantasma,
tres noches con olas de mar de fondo,
y una buena porción de incoherencia.

Unas trozos de chocolate bien saboreado,
tres pomos de silencio,
una taza de café al día,
tres litros de auto-engreimiento,
dormir temprano,
despertar temprano,
mucha aceptación,
un fin de semana,
sin expectativas.

Un pela simple que te haga reir,
un libro a punto de ser terminado,
un libro por comenzar,
escuchar tu cd favorito de corrido,
fruta fresca al gusto,
un buen buzo,
tu sweatshirt favorito,
buen algodón sobre el cuerpo,
y zapatillas.

Y si se desea mejor sabor,
realizar una cobertura de más incoherencia y aceptación.

Es esencial mantener la mezcla en el horno un par de horas después de cocinado para evitar que desinfle con coherencia, tráfico y computadoras.

:)

Wednesday, November 10, 2010

A veces el balance desbalancea,
la corbata asfixia,
las líneas rectas pierden sentido,
y la ropa se siente muy apretada.
Esos son los momentos en que es bueno ponerse a bailar!

Hay ¿y qué?s que deben gritarse de cuando en cuando.
Siempre en cuando.

Monday, November 8, 2010

la otra cara de facebook

Me gustaría saber si soy la única que a veces mira facebook con ojos pensativos que hasta podrían caer en lo melancólico. Estoy en facebook, uso facebook y por muchos motivos me gusta. Me hace reir, me deja compartir y ver en qué anda la gente que me importa, y aquellos que no, también. En fin, así queramos aceptarlo o no, es una forma de mantenernos en contacto que ya hemos adoptado de manera tan o más común que leer el periódico. Es un amor secreto, un odio incondicional, una piedrita en el zapato que a muchos nos gusta llevar dentro y un gran compañero de los solitarios.

Pero es cierto también que en facebook, todo estamos en venta. Y nos vendemos bien. Y nos compramos bien. ¿O me equivoco?

A veces, sobre todo en noches tranquilas, no puedo evitar recorrer -ojo, rapidito nomás- ¨las noticias de un día en facebook¨ y siento que todos son más felices o están mejor acompañados o más divertidos que yo. No hay drama, tampoco sufrimiento, son sólo unos segundos que saben raro y estoy segura que sin explicarlo bien, muchas personas entienden a lo que me refiero. Al final, detrás de esta pantalla, no todo son risas. ¿O me equivoco?

En facebook, las vidas de todos parecen fascinantes. Pero de repente, por un rato, dejo de ser parte del juego y me paro en una esquina del espacio virtual a ver -o mejor dicho, imaginar- cómo se mueve todo. De repente, me siento un poco inmóvil al mirar tantos chistes, videos de you tube, comentarios, fotos y pica pica. Me compro el cuento de todos menos el mío, porque es tal vez el único que realmente conozco con sus colores y también sus grises.

Qué bonito sería que nuestros recuerdos sean las fotos que colgamos o en las que nos cuelgan. Si fuese así, tal vez no pasaríamos tanto tiempo construyendo vidas virtuales que ya existen en la realidad, y tendríamos menos amigos pero más conversaciones con café y caminatas de por medio. Fuera de la silla y la pantalla desde donde escribo, el jaja tiene un sonido mucho más real que el de un teclado. ¿o me equivoco?

Imaginemos que eso que ponemos fuese lo que somos...

Pero hay más, definitivamente mucho más. Ese más es lo que te impulsa a escribir líneas de protesta y confesión. ¿O me equivoco?

Sunday, November 7, 2010

¡que vivan las verduras crudas!

(Ultimo post dominguero... una razón no-dietética por la que es bueno comer crudo)

La Nutrición Inteligente de Sacha Barrio Healey (lo venden en Wong)


¨El secreto de la salud y de la felicidad es lograr que las células palpiten en consonancia y armonía con las radiaciones del cosmos. El primer paso es consumir alimento vivo, que en miniatura incorpora dentro de sí las mismas vibraciones del cosmos mayor. El alimento vivo sutilmente transporta esta información a nuestra sangre y nos traslada a una percepción más clara del universo. Es así que, atónitos por la intensidad, nos aporrea un asombro del orden invisible en todo. El fuego excesivo mata la vida en el alimento y así deja de ser una comida que nos impulsa espiritualmente. El alimento muerto fatiga a las células y nos aproxima a la muerte. El alimento vivo nos lleva a la puerta de la liberación.



Un hombre que se desnutre con comida sin vida, chatarras plásticas y todo género de menudencias, hojaldres, morcillas, longanizas y cacharros azucarados (perdón por la interrupción pero qué es un cacharro azucarado? jaja seguro no soy la única que me he comido miles)... poco a poco se transfigura en un moribundo. Vive acongojado, respira temeroso, atormentado por ilusiones idiotas. Sobre su sueño, aa vez más estrecho, no alcanzan a proyectarse imágenes claras de su propósito existencial, y se empeña en cumplir oficios mezquinos para ganarse la vida. La sangre palpita sin fuerza, y así se llena de una tortuosa necesidad de afecto y cariño. Como su corazón no irradia calor propio, necesita del calor ajeno para no empalidecer de frío y soledad, y quedarse sin alimento. Se enamora mal, con apego, y sin motivo alguno se le sube al hígado todo tipo de suspicacias.

El hombre que llena su sangre de alimento vivo siempre está bebiendo las aguas profundas de la vida. Debido a su sangre dáfana, observa con transparencia juzga la vida con certeza, tal como es. Vive a carcajadas, despojado de cobardías, no se atonta con dogmas, en ocasiones lo inunda un éxtasis de amor, magia y admiración por el orden de todo. La doctrina de las signaturas (así se le llama a esto) es una filosofía profana y mágina, una ciencia de evidencias fantasmas, pero con trasfondo veraz.¨

p.82-83


pd. Este artículo debería tener un par de post-datas: 1. aprende a perdonarte. 2. todo es cuestión de balance, las papas fritas y los helados también tienen sentimientos.

pd2. ¿Soy yo o después de leer esto te provoca tomarte un jugo enorme de frutas?
Ha aparecido alguien en mi vida que me está enseñando a cuestionar todos esos paradigmas que rigen la manera en que veo el mundo que me rodea. Nunca pensé que estaba tan equivocada sobre tantas cosas. Realmente nos condicionamos a pensar como maquinitas. Felizmente creo haber encontrado un buen des-programador y llevo aquí conmigo el control remoto de mis emociones. Sólo falta aprender a usarlo.


A D M I R A C I O N.

¿Quién cuestionaría la admiración? Que te admiren es algo lindo. Admirar, también...
Lo curioso es que la raíz de la palabra, mirar, es lo que se pierde cuando uno admira.

La admiración es justamente la razón por la que dejamos de conocer a las personas. Cuando vemos eso que nos llama la atención, dejamos de ver muchas otras cosas. Si nos creemos en la capacidad de poder calificar algo como bueno, entonces también nos concedemos de calificar otras cosas como no tan buenas. ¿Quién soy yo para calificar a alguien que está en mi mismo plano, en mi mismo nivel, con los pies en el mismo suelo en el que yo estoy?


Al final, la admiración es un juego del ego. Ego que alimentamos en el otro y en nosotros mismos. ¿Cómo nos sentimos cuando alguien a quien admiramos nos admira? ¿Por qué admiramos ciertas cosas en las personas y otras no? Yo nunca me lo había preguntado de manera crítica. Asumimos que admirar es algo que vemos afuera de nosotros. En realidad, la admiración tiene mucho más que ver con nosotros mismos que con los demás.


(Nota entre paréntesis) Casi no he hablado de ego en este espacio porque no me gusta hablar de cosas que no entiendo. Por ahora, lo único que sé es que el ego estorba por donde se le mire. Se mete por todos los rincones de nuestro cuerpo y nuestras acciones. Es un creador de imaginarios que nos hace daño y nos lleva a hacer daño a otros. Lo único ¨admirable¨del señor ego, es que hace bien su chamba porque trabaja sin que nadie pueda verlo.


La pregunta era, ¿por qué admiramos cosas en otras personas?
¿Por qué calificamos cosas en otros como buenas, y otras, como no-tan-buenas?

Ayer finalmente entendí a lo que se refieren los libros cuando dicen que uno ¨sólo ve las proyecciones de uno mismo¨.

Un ejemplo que me hizo verla clarísima. Va a sonar tonto, se los advierto. Pero es que a veces las cosas son simples. No se necesitan ecuaciones matemáticas para entendernos.

En el colegio tenía una amiga que creo que tenía un pequeño trauma con sus orejas (todos tenemos algún tipo de insatisfacción con el cuerpo - ¡no la juzguen!) Lo gracioso es que si le preguntabas, ella podía describirte las orejas de cualquiera de las personas que conocía. Es más, ni yo sé como son mis orejas. Un día le pregunté, y ella sí lo sabía...

Está clarísimo. Uno ve en otros lo que ve en uno mismo.

Un artista puede ver en un cuadro detalles que un abogado jamás podrá entender. Un abogado tiene la habilidad para construir argumentos pero jamás podrá construir una silla como lo haría un carpintero. ¿Alguna vez han visto el interior de una computadora? ¿No se ven todas esas rayitas iguales? No para un programador...

Sucede de una manera muy parecida con la admiración o incluso el enamoramiento. Reconocemos algo que nos gusta en otra persona porque es algo que reconocemos en nosotros mismos. Si alguna vez han ido a la selva y han puesto atención a la habilidad de los guías de reconocer animales, plantas y sonidos dentro de un mundo que para uno es completamente verde, entienden a lo que me refiero. Uno no ve detalles en mundos que no conoce. Sólo ve generalidades, totalidades, ¨el big picture¨.

Cuando ves detalles, es porque ya los has visto antes en ti. Sino, no podrías entenderlos. Es bien jodido aceptar que esa persona que te pasa de vueltas se parece mucho a ti. Pero así es. Por ESO es que te pasa de vueltas. Cuando uno se perdona ciertas cosas, de repente, esa persona que te altera deja de alterarte. Hagan el experimento. También funciona de manera inversa.

Al calificar y descalificar a las personas o las situaciones, dejamos de ver el big picture, la condición humana, lo real y aquella razón por la que verdaderamente deberíamos llegar a querer y valorar. Asusta descubrir que todas las personas a las que quiero son en parte una construcción de mi cabeza. Son mitad ellos y mitad yo misma. Felizmente, siempre hay tiempo para tomarse un buen café y empezar a escuchar sin dar consejos que sólo nos sirven a nosotros mismos.

¿De qué nos sirve decirle a alguien que lo admiramos? (ojo, es algo que he dicho durante toda mi vida) ¿No será mejor decirles simplemente que los queremos como son, y dejar que ellos sean los que se admiren por lo que son? Todo esto se resume a encargarse de uno mismo como la mejor manera de liberar a otros. Ya lo dije, todos nacemos con la habilidad de cambiar el mundo porque todos tenemos la capacidad de evolucionar como personas.

Todavía el discurso no tiene muchos pies ni cabeza. Es que todavía no aprendo a usar el control remoto...

Thursday, November 4, 2010

frase del día

¨Deja que la incertidumbre te libere.¨

(Gracias amiga)

Wednesday, November 3, 2010

( )

No sé cuándo aprendimos a leer entre líneas, y lo que es más preocupante, cuándo empezamos a creer que nuestra lectura era cierta. Es algo que hacemos de manera automática. Un hola cómo estás, de repente resuena en nuestra cabeza, en un me gustas, un no quiero hablar contigo, o un no me gusta cómo estás vestido hoy. ¿O me equivoco? Es como si le pusiéramos una segunda voz a las personas. Lo gracioso es que esa voz no sabe de ellas, sino de nosotros, de nuestra cabeza, de nuestro afán por escribir novelas.

Mientras más creemos que conocemos a alguien, más interpretaciones le damos a lo que dice. Caer en ese hábito es un peligro porque de repente, le quitas a la otra persona la oportunidad de sorprenderte, de hacer algo diferente, de romper sus propios esquemas y los tuyos. Es bueno dar el beneficio de la duda. Por lo menos, soy de las que quiero creer que en el fondo, todas las personas son buenas, o por lo menos, que todas las personas pueden llegar a cambiar (¿sino para qué enseño yoga?) Muchos dirán que vivo una mentira. Puede ser cierto, pero si al final voy a asumir cosas y poner letras entre los paréntesis de las cosas no dichas, ¿por qué no poner algo que me dé más tranquilidad? Si existen mentiras blancas, dar el beneficio de la duda a otros, podría calificarse como una mentirita blanca que acepto mucho más que la de ¨tengo fiebre¨ o ¨mi perro se comió mi maqueta¨.

Hablo de los espacios entre líneas porque cuando, de repente, te conviertes testigo de una discusión entre dos personas a las que quieres y conoces, se hace evidente cómo cada lado construye una realidad propia que lo único que genera es tensión entre dos puntos. Es como si hubiera un hilo entre dos personas, y cada uno lo quisiera jalar para su lado. Eventualmente, ambos se caerán de espalda, el hilo se romperá, y habrá que amarrarlo de nuevo con un nudo. La relación se debilita, el dolor no se olvida tan fácil, y lo que es más triste, se perdió tiempo. Todo eso, por un espacio entre líneas que no existía. La verdad siempre está en un punto medio. Eso requiere ceder. Conciliar es dejar de ir una parte de nuestro ego y llenar ese espacio con amor. Al final el amor es la goma que une todo.

Poder ver estas cosas desde afuera da pena e impotencia. La empatía no es algo que se pueda enseñar o explicar con un diagrama de flujos. Sólo se puede observar y usar la teoría del espejo, en donde te ves reflejado en otras situaciones para luego, cuando aparezca ese espacio entre tus líneas, lo observes con un poquito más de cuidado.

Creo que prefiero el espacio entre líneas que elige la complicidad.

Hay una canción de Juno, una línea de la canción, que me dejó esta imagen en la caabeza desde la primera vez que la escuché:

( )

Es un bonito símbolo de complicidad entre dos extremos. Quién hubiera pensado que un par de paréntesis podrían decir tanto.

Monday, November 1, 2010

olas sabias

Hay algo en el sonido del mar y en su línea del fondo que nunca termina, que te ayuda a poner las cosas en perspectiva... alivia saber que eres un tanto chiquito e insignificante y que la vida dura años, no segundos.