Sunday, July 24, 2011

El Tesoro de la Sombra de Alejandro Jodorowsky

Este es un libro que recomiendo tener en la mesa de noche. Son cuentos cortitos que te dejan pensando. No del todo claros, pero tampoco del todo incomprensibles. Te dejan un sabor en la boca de esperanza y otro de desasosiego. Tienen un sentido del humor muy fino. Es de los libros que puedes abrir en cualquier página.


Ausencia

- Maestro, ¿adónde está Dios?
- Aquí mismo.
- ¿Dónde está el paraíso?
- Aquí mismo.
- ¿Y el infierno?
- Aquí mismo. Todo está aquí mismo. El presente, el pasado, el futuro, están aquí mismo. Aquí está la vida y aquí está la muerte. Es aquí donde los contrarios se confunden.
- ¿Y dónde estoy yo?
- Tú eres el único que no está aquí.




Este cuento me hace pensar en el presente. ¿Qué es lo que tanto nos asusta del presente? ¿Por qué es tan difícil dejar los pies en el ahora? ¿Por qué siempre buscamos irnos al futuro y proyectar, o ir al pasado y recordar? El presente es simple, real, tangible. Tal vez sea su simpleza lo que rechazamos. Es como si nos gustara complicarnos, imaginar rollos, buscar razones para no estar satisfechos. Es un programa adquirido. Nunca conocí a un niño que hace planes. El niño vive en el caparazón de un escarabajo que se le cruza por el piso y se da la libertad de soñar con el laberinto que existe dentro de un enchufe. Algo capta su atención y lo vive, lo observa, lo disfruta. Luego se mueve hacia otro lado y hace lo mismo. Siempre me pregunto cuando perdimos la habilidad de estar aquí y abrir bien los ojos. Es como si los sentidos cedieran su capacidad de captar lo real a una mente que imagina. Al final, el pasado está cargado de tantos imaginarios como el futuro. Saltamos de un extremo al otro, nos vamos haciendo viejos mientras la vida se sienta en un rincón con las piernas y brazos cruzados con la ilusión que voltiemos a hacerle caso.


... Otros dos cuentos más que hablan del tiempo...



Nostalgia

Porque retrocedía creía volver, pero en realidad estaba avanzando de espaldas.


Los piratas
Al no encontrar un tesoro dentro del cofre se fueron decepcionados... sin darse cuenta de que ese cofre vacío era el tesoro.


El tesoro está en ese escarabajo, en ese enchufe, en lo que tenemos frente a nosotros ahorita. Está en esa persona que nos saluda detrás del espejo todas las mañanas, en esa figura oscura que camina a nuestros pies cuando sale el sol. El tesoro siempre está ahí y la llave siempre la llevamos en el bolsillo. Hay que preguntarle nomás a ese niño interior dónde dejó nuestros anteojos.

Wednesday, July 20, 2011

adios a febrero

(Disculpen la falta de acentos, escribo desde el blackberry)

Ayer termine un librito que recomiendo para personas de animos sutiles, imaginacion de puntos de colores, sabios con corazon de nino, aquellos que disfrutaron del principito. Cajas de luz. La historia de un pueblo que sufre del interminable ataque del mes de febrero. Un mes de mas de 900 dias que impide el vuelo de cualquier globo, cometa, pajaro o ilusion. Un mes de infinita nieve que llena el paisaje de tonos grises y las casas de oscuridad. Es el relato de como vencer la tristeza con tecnicas de ninos, hojas de menta, trabajo en equipo y agua caliente. No quiero adelantar nada del libro, solo recomendarlo. Viene bien para levantar los animos en epocas de invierno.
El libro me hace recordar que la pena no fundamentada, esa melancolia sutil que a veces nos susurra en el oido que es mejor quedarnos en casa, puede combatirse. Hay tecnicas para levantar los animos. No hablo de aquellas en los tontos manuales de autoayuda que asumen que todos somos iguales. Hablo de los manuales propios que vamos armando a lo largo de nuestra vida. Todos sabemos que es lo que nos levanta el animo. Si no es asi, no es tarde para comenzar. Siempre esta esa pelicula que te hace reirn esa persona con la que puedes estar en silencio, esa otra con la que puedes hacer berrinche. Siempre esta la bicicleta, el malecon, una musica alegre, una frase guardada en la memoria. Siempre esta el sabor que uno tiene cuando se siente feliz y la certeza que cualquier invierno pasa. Podemos sentarnos a esperar escondidos bajo un paraguas o protegidos por un control remoto entre nuestros dedos. Pero podemos tambien soplar duro y parejo para hacer que las nubes se muevan mas rapido.
Hay penas con razones legitimas. Esas se curan de manera distinta. El tiempo siempre es un buen doctor y cicatrizante.
Yo hablo de aquellas que ni siquiera vale la pena tratar de explicar. Creo que vienen de algun lugar en el cuerpo que pide atencion. Es una voz sin discurso. Algo asi como una cancion que decide ponerse de musica de fondo. El reto esta en bajarle el volumen hasta que se quede sin voz.
Yo creo haber encontrado dos formas de combatir mis febreros. La meditacion y el movimiento. De meditacion no les hablo hoy porque ya lo he hecho bastante. Prefiero moverme hoy y saltar entre lineas.
Hay que aprender a sacudir a febrero. Sacarlo del cuerpo. Sudarlo. Estirarlo. Enroscarlo y hacerlo bolita. Es cuestion de voluntad. Una decision. Un ya no jodas. Un yo tengo el control. A febrero hay que hacerle recordar que sabemos pararnos sobre nuestros dos pies. Podemos plantarnos firmes sobre el suelo. Es cuestion de sacar las zapatillas del closet y amarrarlas firme. Abrir la puerta que da a la calle. Salir al aire, a la lluvia, siempre en busca de movimiento. Es cuestion de buscar una nueva musica que opaque la sinfonia de violines de febrero. Una pandereta. Un pomo lleno de frejoles. Muchos aplausos. Gritar tambien sirve y plantar duro los pies sobre el suelo hasta que retumbe la tierra.
Movimiento libre. Movimiento sin sentido, sin rumbo, sin tiempo de salida ni llegada. Hoy opte por ir a una clase de salsa. Les escribo mientras espero. Haber salido de casa fue la primera victoria contra febrero. Jodorowsky dice que la alegria y la tristeza bailan como una pareja de amantes. Hoy, febrero y yo salimos a bailar.

Monday, July 18, 2011

intersticios



Intersticios. Diana Janin.
http://www.artealdiaonline.com/Artistas/Janin_Diana




Siempre he comprendido la palabra intersticio como el espacio entre dos formas determinadas. Es un espacio retazo. Un residuo. Lo que queda. Lo que sobra. Un momento que se sale de dos tiempos y se convierte en uno propio no planeado ni estructurado. Es de bordes difusos, transformable, se puede agrandar del tamaño de un planeta o achicar hasta meterlo en el bolsillo. Es de chicle y papel, de color y de humo, depende de las manos en las que caiga.

Un intersticio tiene el encanto de ser imperfecto ya que es el resultado de dos objetos que no encajan del todo. Es un vacío. Un accidente. Un respiro.

Una vez escuche de un artista que dedicaba su vida a coleccionar intersticios urbanos (dislcúlpenme por no recordar el nombre). Dicho en palabras más simples, buscaba lotes retazos dentro de la ciudad que quedaban abandonados. En realidad no estaban abadonados porque nunca habían sido de nadie. Estos eran lotes que se formaban como restos dentro de las manzanas lotizadas y estructuradas. El artista buscaba comprar y valorar espacios sin valor para la mayoría. Un lote podia medir 100 metros x 50 centimetros. Para el artista, ese lote era una joya valiosísima para su colección. Cuando encontraba un lote nuevo, no tan sólo lo adoptaba. Buscaba papeles y títulos de propiedad que muchas veces no existían. Quería apropiarse de estos espacios de manera legal para no ser absolutamente nada más que valorar su existencia.

Imagina tener un pye de manzana redondo. Tratas de cortarlo perfecto. Siempre queda un pedacito más pequeño o que se rompe. Tal vez una miga grande. Este artista, recogía la miga y la dejaba ser miga. Una bella miga. Para mí, la idea es bellísima. Es poner los ojos en algo que nadie más ve. Apreciar la belleza que va más alla de la mirada. Un amor por lo imperfecto.

El artista coleccionaba imperfecciones que se generaban por obra del azar o un mal cálculo de tierra. ¡Un coleccionista de errores! ¿No es genial, o soy la única que se emociona con estas cosas? Alguien que tiene fascinación por los bordes con quiebres, las formas estrechas y las curvas sin nombre. Alguien que no tiene ojos para lo imperfecto, sino en realidad, para lo único, lo irrepetible, lo diferente, lo inesperado.

Hay momentos en nuestras vidas como intersticios. Momentos entre momentos en los que puede pasar todo y no puede pasar nada. Horasm días, semanas, meses, durante los cuales tenemos visa para soñar, para planear, para limpiar habitaciones y romper papeles viejos. Tal vez llegaste antes de lo pensado al café donde vas a encontrarte con alguien. Tal vez saliste de vacaciones. Tal vez renunciaste y todavía no tienes otro trabajo. Tal vez dejaste las llaves dentro del carro y estás esperando que lleguen a abrirlo. Tal vez eres el próximo en la cola para el baño. Lamentablemente, siempre en esos momentos, tenemos el blackberry, la agenda, la computadora o algún televisor muy al alcance. No nos permitimos gozar de momentos en blanco como trampolín para salir volando.

Un interticio es un puente entre dos orillas, una luz roja despues de una larga ola de luces verdes, un río que se nos cruza por medio del camino, o tal vez una cama amiga que nos recibe por mas de 8 horas. Es un juguete nuevo que cuesta aprender a usar porque las instrucciones están escondidas en algún cajón detrás de la nube que guarda nuestros sueños y el verdadero retrato de nostros mismos.

Manejar vacíos no es algo fácil, sobre todo si tienes la tendencia a llenar los días de actividades y cosas por hacer. Es lindo hacer cosas que a uno le gustan... hacer deporte, caminar, visitar a algún amigo, ordenar el closet, en fin, cosas por hacer siempre hay miles. Tenemos estímulos desde que abrimos las pestañas hasta que las cerramos, y no dudo que en nuetros sueños aparezcan también todas esas cosas que queremos hacer con nuestra vida.

El artista del que hablé es un recolector de intersticios. Cuando los compra, los registra hasta el último detalle en dibujo, foto y con palabras. Los analiza, los entiende, los observa y los acepta tal y como son. No creo haber escuchado que los use para plantar algun árbol y poner estacionamientos. Para él, son espacios intocables que quiere hacer existentes. Jamás los habita. Por lo tanto, no se los apropia. Simplemente valora su rareza y la protege antes de que algun vecino decida colocar algunos botes de basura.

No sé qué tan clara sea la relación entre estos terrenos y los espacios. Es tal vez mi lado arquitectónico que buscó relacionar un tiempo que vivo con una condición espacial la que recordó el trabajo del artista. Ahora que soy yo la que paso por un momento intersticio - un término un poco más elaborado que vacaciones que escojo para explicar lo que vivo en este momento. De repente, se acabaron los días estructurados. No estoy de viaje, puedo y no puedo tener una rutina, tengo muchas cosas por hacer pero nada inmediatemente importante más que regresar a esa misma estructura en un par de semanas y entre tanto, descansar y cargarme de energía.

Lo cierto es que he empezado a reconocer la rareza del tiempo libre. No creo que todos lo vean así, pero sé que no soy la única que no sabe que hacer con el tiempo libre. Por eso lo lleno de cosas. Le quito libertad a mis momentos libres. Sin darme cuenta, comienzo a darle forma de cuadrado a una nube. Sin querer queriendo, como diría el Chavo. Me le corro a la incertidumbre que tanto había estado esperando hace semanas.

¿Para qué cargo con la agenda en la cartera? Ella nunca será tan lista como nuestros propios sentidos. Esos que en momentos intersticios, pueden tomar protagonismo y desviarnos del camino.

Manana me gustaría despertar con ánimos de intersticio. Dejar que la incertidumbre me sorprenda. Olvidar el reloj por un rato. No apuntar ningún pendiente y tal vez no llamar a saludar a nadie. Quiero hacer lo que cada segundo dicte, ni uno mas atrás, ni uno más adelante. Tal vez así logre encontrar espacios en mí que no conozco. Rincones entre neuronas, cajones secretos detras de las pestañas o un dedo numero 11. Tal vez encuentre una mirada en el corazón. Tal vez encuentre vacío, un bonito vacío que vale la pena registrar y dejar vacío. Eso seria tal vez lo mas fascinante. Poder estar en silencio navegando sin remos, sin brújulas y en libertad. Con alegría.

Buenas noches.

Thursday, July 7, 2011

(Disculpen la falta de acentos pero escribo desde mi carro con el blackberry)

En algun momento, alguien nos programo a pensar que la lluvia era un fastidio, un pronostico de dia triste. La vemos desde nuestra mente chiquita que quiere los pies secos, el carro limpio, pensamientos enemigos del agua. Vemos el macrocosmos desde la vision diminuta de nuestros cachetes. Si vemos mas alla, entendemos que hay algo que se esta limpiando, energia que esta circulando de vuelta al suelo y el mar, nubes que se aligeran para darle al cielo mas espacio para mirarnos. La lluvia huele a fresco. Como las lagrimas, que al caer, limpian el alma. Si es dia de aguas, rememos todos juntos con las pestanas que manana seguro sale el sol.
Que sea un bonito dia gris :)