Wednesday, December 15, 2010

TATHATA

Hace casi tres años, cuando estaba de viaje por Australia, me crucé con un invento que me pareció realmente maravilloso (tengo que aceptar que la idea no nació de mí). Un día caminando por un bookshop me crucé con una cajita de cartón, fea por fuera, con tarjetas blancas con letras negras aparentemente sin gracia. Empecé a pasar una por una de las tarjetas... en inglés, todas decían algo bonito, algo que te inspiraba a sonrerir, a ser mejor persona, a ilusionarte porque algo bueno pasaría ese día. Me gustó la idea, el tamaño, saqué un billete de 10 dólares australianos y desde ese día decidí cargar esa cajita conmigo. La cajita ya arrugada, vino a Lima, pasó por manos de amigos, de cartera en cartera, y me di cuenta que era algo que quería compartir con otros... fui repartiendo algunas de las tarjetitas entre personas. Descubrí que yo no era la única que quería creer en que hay algo más grande de nosotros que conspira y respira todo el tiempo y que al final, somos nosotros los que nos movemos por ese aire.

Fue así como nació la idea de crear una serie de palabras -esta vez en español- con todas esas cosas que despierta en mí el yoga y lo poquito que he aprendido en estos años. Fue algo así como sacar el diccionario de autoayuda y convertirlo en una serie de 64 palabras. Cada una de las palabras son tan sólo letras o mucho más: depende del día y de los ojos con los que las mires. Eso sí -y esta es la gran diferencia entre ellas y los horóscopos- siempre, inspiran algo positivo. Siempre, te llevan al presente, a vivir el día a día, y sobre todo, a creer que el universo conspira a tu favor.

Arme un primer stock de tarjetitas hace casi un año y terminé regalándolas todas. Muchas de esas personas todavía las usan. Yo llevo mi paquete conmigo siempre y conozco gente que está ahorita en la India y saca una tarjetita cada día. Por algún motivo... funcionan! Creo que el poder está en cada uno. Todos tenemos la capacidad de creer que las cosas van a estar bien. Nuestra esencia no es pesimista. De eso me he covencido al darle estas tarjetas a otras personas.

Cuando encontré un nombre para el ¨producto¨ me di cuenta que estaba listo para ser vendido. Más allá de las ganancias (aunque tengo que aceptar que mal no me caen) me encanta el proceso de prepararlas, y el saber que alguien las compra para dárselas a otra persona. Esa persona puede ser niño, joven, adulto, mujer, hombre, yogi o empresario... para todos se aplica, y a todos les sirve.

Cada paquetito lleva las mismas palabras. Sin embargo, cada uno ha sido mezclado de manera diferente. Las bolsitas con hechas a mano. Las bolsas de manzanilla que llevan en la parte del empaque, son también, selladas a mano. En pocas palabras, hay uno diferente para cada uno. Lo último que este producto quiere ser, es masivo, repetitivo y genérico. Es por eso que estas fotos nunca estarán en facebook ni pasarán por mails masivos entre gente que no conozco. Cada tarjeta, lleva detrás de su palabra, la individualidad de cada día, de cada circunstancia, y la belleza de los detalles a través de los cuales el universo nos habla. Por eso, toda la cadena se hace aún más especial cuando se van compartiendo y pasando de uno a uno.

Tathata es una palabra que descubrí en un libro de Osho. Significa confianza en que las cosas pasan porque tienen que pasar, en que uno está donde tiene que estar, y en que siempre vamos a estar bien si queremos estar bien.

Aquí algunas fotos que tal vez explican un poco mejor de lo que hablo...
está en la esencia del producto que no haya claridad del todo, justamente porque cada uno, puede interpretar su contenido como prefiera.

Namaste.

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