Thursday, March 17, 2011

prefiero creer

Declaro que en Angieland, la confianza es el piso sobre el que se mueven las cosas. Podrá sonar arbitrario, pero aquí, no entra la desconfianza.

No entiendo por qué a otros les cuesta tanto creer en otras personas. No es siempre. Siempre hay gente en la que sí hay que confiar. Es como si el engaño de una persona se convirtiera en engaño de todos. El daño que alguien nos hizo una vez se multiplica y lo vemos proyectado una y otra y otra vez en las caras de otras personas.

Existen aquellas personas que vienen con una carga gris, tal vez un pasado de errores, tal vez una mochila de mentiras, tal vez, con una tonta y mala fama. Lo cierto es que es difícil conocer a alguien por sí mismo, sin los ecos y opiniones que otras personas tengan del pobre individuo que se quedó marcado con un sello que lo condena a no ser tan íntegro. Vivimos dentro de una fábrica de etiquetas.

A mi, realmente, ese sello me perturba, me molesta, me incomoda, y por eso, hago lo posible por ignorarlo. Apenas lo huelo, salgo corriendo. Estas últimas semanas he caído en opiniones de personas que quieren poner tachones en el cv personal de personas que existen en mi vida. Personas que existen hace tiempo... otras que recién aparecen. Qué tal si dejan que yo arme mi propio documento ne base a mis conversaciones, mis impresiones, mis recuerdos y mi mirada? Creo que confiar es un pasaporte directo a la libertad. La desconfianza te amarra, es miedo hipotético, es duda, te impide ver lo real. La desconfianza te impide creer que la gente cambia cada día, que las personas aprenden de sus errores, que los demás son quienes son cuando están contigo.

En palabras más simples, los desconfiados dirían que eso es infantil, o incluso, un suicidio voluntario por querer que se aprovechen de uno. Totalmente de acuerdo. No me molesta hacerme la tonta. Es mejor dar el beneficio de la duda a favor. Los abogados dirían que una persona es inocente hasta que no se le declare culpable -a pesar de ser ellos seres bastante escépticos-. Quiero creer que en esencia el ser humano es bueno y que en todos hay una capacidad grande de perdonar. Cuando alguien miente, el único que se hace daño es el que miente. Si uno no vive sujeto al miedo a la mentira, la mentira no lo acosa, su sombra se va debajo de otro árbol.

Yo voto por creer... creer... y creer... y si hay que perdonar, se observa y se perdona. Se observa, y se aprende. Se aprende y se olvida. Tal vez el motivo sea egoísta: por mi propia libertad, por mi salud mental, y porque quiero que otros crean en mí por lo que soy en este mismo instante que se construye y se va.

No comments: