Friday, March 12, 2010

conejos sanadores

Aquí la respuesta de por qué me encanta enseñar yoga...

Hace como un mes, llegó una chica a mi clase de Lima Yoga. Parecía tímida, algo callada, un poco dudosa (no sabía de qué se trataba mi clase). Dijo que había dejado de practicar hace dos meses y que extrañaba mucho el yoga. Yo sentí que no le caía muy bien, pero los que enseñamos no buscamos caerle bien a la gente, sino ayudarlos, así que listos, empecemos la clase.

Clase a clase, he visto cómo ha mejorado su concentración y por lo tanto, sus posturas. Soltaba risas con mayor facilidad, y un centímetro a la vez, fue dejando su esquina para acercarse más a las estufas. Me la crucé llendo a otras clases también y silenciosamente, empecé a compartir mi propio challenge de practicar todos los días con ella. Se había convertido en mi cómplice yogi.

Hoy llegó y me contó que de repente en la clase anterior, luego de haber tenido dolor de espalda baja, sonó un maravilloso conejo que sacó el dolor de su cuerpo. La noticia me alegró mucho. Es difícil lidiar con el dolor porque al ser algo nuevo nos nos espanta y nos hace parar. Sin embargo, cuando vamos más allá de él, con cuidado y persistiendo en el intento, de repente sale un conejo y vemos luz. Siempre hay luz detrás de la lucha.

Pero regresando al tema de ´la chica´... cuando me contó lo de la espalda, le vi la cara, y me acordé del primer día que llegó a mi clase. Los ojos le brillaban distinto. Es increíble cómo el yoga saca lo mejor de las personas.

Durante la clase, llegó la postura más difícil para las personas con problemas de rodillas. Ya la había visto antes sentada en su ladrillito y no había dicho nada. Hoy, después de la noticia del conejo de la espalda, me sentí con la confianza para acercarme. Si uno no cree que la otra persona puede dar un paso más, esa persona nunca lo va a creer.

Le dije que lo sacara y que la iba a ayudar a bajar poco a poco. Poco a poco? En dos segundos estaba en la postura completa. Espero que la sorpresa le haya alegrado el día tanto como a mí.

No sé si ´la chica´ llegue a leer este blog. De todos modos, espero que sepa que estoy orgullosa de ella y que lo vivido hoy día me hace recordar la razón por la que me encanta enseñar.

No comments: