Thursday, October 28, 2010

querida costa verde

Qué ciegos podemos ser a veces... dejamos de ver lo maravilloso detrás de nuestras narices. Por lo menos unas tres o cuatro veces por semana paso casi 20 min estancada en el tráfico de la Costa Verde. Me acompaña Carlos Galdós, algún estudiante cantando en Aló School, y si me acordé de sacar el Ipod, la canción que el shuffle escoja para mí. De vez en cuando suena el celular, o llamo yo a alguien. Pero en el fondo, me gusta no hablar con nadie, y regañar un poco con al tráfico es mi momento del día. Hoy miré por la ventana. HABIA MAR. MUCHO MAR. 20 MINUTOS DE MAR que había dejado de ver hace meses. A partir de ahora, creo que voy a disfrutar un poquito más de ese tráfico. Después de todo, si no fuera por él, probablemente no me pararía en la Costa Verde a ver a ese otro que bordea nuestra ciudad caótica. Eso sí, por favor cuidado con tanta plaza, pileta y banca que nos está tapando el mar a todos los que desde los asientos del carro tratamos de buscar el horizonte azul infinito. Ahora me topo con horizontes de concreto... Hacer poco es suficiente...

En fin, esto no era una queja urbanística (dejo eso para lo que hago durante el día) Era para recordar que hay mucho allá afuera esperando que lo miremos.

No comments: